What to Do When #$!* Hits The Fan

Wordwidefx.com (Wordwide FX Financial Translations) invites all Spanish speakers to read Boris Schlossberg's insights on trading and trading psychology in their own language. Today: Trading en días de huracán

y Boris Schlossberg @FXflow, bkforex. Translated by Wordwide FX Financial Translations

El miércoles pasado empezó como cualquier otra jornada en el mercado de divisas. Durante la sesión asiática hubo cierta reacción a los datos procedentes de Australia, y a primera hora de la sesión europea el GBPUSD tuvo un buen recorrido tras conocerse los buenos datos del PMI y las negociaciones optimistas respecto al Brexit, mientras que en el otro lado del charco el dólar canadiense se comportaba como un marinero borracho, subiendo y bajando con el precio del petróleo.

En resumen: un día como otro cualquiera en el mercado Forex, con los precios arriba y abajo - que es precisamente lo que permite a los market makers ganarse la vida vendiendo máximos y comprando mínimos a corto plazo. Pero entonces, alrededor de las 9:00 de la mañana hora de Nueva York, se desató el huracán. Bill Dudley, de la Reserva Federal de Nueva York, pronunció un par de frases sobre cómo era de preocupante la desaceleración económica. Las bolsas se desplomaron. El USDJPY se colapsó y el euro se anotó más puntos en dos horas que en los últimos 20 días.

Si alguien cree que el trading de día es lo mismo que vender seguros (donde se ganan pequeñas cantidades a cambio de arriesgarse a grandes pérdidas, que por otro lado son bastante raras), entonces los días como el miércoles pasado son como los días de huracán. Los seguros son unos de los negocios más rentables del mundo, pero en un día de huracán nadie gana ni un centavo. Cualquier profesional del mundo de los seguros te dirá que la clave para sobrevivir a estos eventos es minimizar daños en la hoja de balances.

Como he vivido bastantes días de este estilo en los últimos años y he conseguido cierta perspectiva, esto es lo que he ido aprendiendo. En primer lugar, reconocer y aceptar que estamos en medio de una tormenta. Es mucho más duro de lo que suena, ya que tanto los huracanes como las debacles del mercado son pistas claras de que habrá problemas a la vuelta de la esquina.

Pero lo más importante es:

Salta un stopout.

Y no sólo esto: el stopout salta durante una sesión asiática que empieza bastante tranquila y termina siendo un tanto tormentosa. Hay que empezar a prestar atención extra, inmediatamente. Seguro que muchos estáis partiendo de risa pensando que estoy diciendo tonterías, porque los stopouts forman parte de la vida cotidiana del trader. Cierto. Pero si tu sistema tiene una precisión del 90-95% no suele suceder, de modo que hay que tomarse en serio el primer stopout y, si vuelve a suceder en pocos minutos entonces hay que tener mucho, mucho cuidado.

La primera regla de oro de un buen negocio es que no se puede vender un seguro de hogar en un día de huracán. Nada sirve en estos días: ni los algoritmos más sofisticados del mundo, ni los mejores sistemas de gestión de inventarios ni las estrategias de trading más perfectas. Si somos lo bastante tontos como para confiar a un ordenador el trading de todo un día en un día de tormenta, la propia máquina nos pondrá la cuenta bancaria en números rojos porque continuará vendiendo los seguros más atractivos sobre casas que están apunto de derrumbarse.

Así pues, tomemos el control de los algoritmos y hagamos dos cosas inmediatamente: ampliar el número de entradas un 100% y disminuir tamaño en un 50%. Sí, harás menos operaciones con menos capital, pero créeme: será la mejor decisión que tomarás ese día. Seguidamente, toma beneficios; hazlo cada vez que puedas. No te preocupes por los parámetros de tu configuración. No te preocupes de ordeñar todos y cada uno de los pips. Abre la posición y sal de ahí tan pronto como puedas. Un beneficio de un solo pip es mucho mejor que una pérdida de 100 pips. En los días de huracán no podemos enfrentarnos a los vientos de la suerte. Esos días hay que contentarse con algunas migajas. Esta es una de las lecciones más difíciles para los traders. La testarudez de algunos tiende a aumentar en proporción inversa a la volatilidad del mercado. No hay nada más caro en el mundo que el coste del ego humano. Queremos tener razón. Queremos ganar. Queremos derrotar a los elementos y, como los grandes héroes griegos de antaño, emerger triunfantes como conquistadores de nuestro destino. Hollywood y Wall Street se aprovechan de este mito constantemente y siempre caemos.

La verdad es que si basamos nuestra actividad económica en una dieta saludable y estable ganando pips todos los días, enfrentarse a los elementos es una postura decididamente absurda. Como dijo una vez el general Patton, “ningún cabrón ha ganado nunca una guerra muriendo por su país. Ha triunfado porque ha hecho que muera el otro cabrón.“ Dejemos las heroicidades para las películas. En la vida real, en los días de huracán tenemos que operar como cobardes y sobrevivir para seguir luchando otro día.